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jueves, 8 de octubre de 2009

Con los monstruos ya se sabe…

Oh, Brother!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Erase una vez una niña que quería tener una mascota para quererla mucho.
Consiguió que su papá la llevara a la pajarería y allí encontró a “Brother”. Desde el mismo momento en que lo vio supo que “Brother” tenía que ser para ella. Pese a que papá pensaba que era muy feo (y tenía razón); al final se dejó convencer.
Tenía dos ojillos muy negros y muy juntos, dos antenas casi tan retorcidas como sus colmillos inferiores, y dos orejas largas y caídas. Pero todo eso lo compensaba con una sonrisa boba y un pelo largo y gris que le cubría todo el cuerpo como a un peluche.
Brother” además resultaba barato de mantener porque se alimentaba de cariño. Y la niña y su familia le quisieron tanto, tanto, que “Brother” creció y creció sin parar.

En los ratos en que no estaba creciendo “Brother” resultaba un compañero de juegos estupendo. Le gustaba bailar, jugar al escondite (aunque cada vez le resultaba más difícil pasar desapercibido) y; más que nada en el mundo, escuchar el violonchelo que tocaba papá.
Pero un día, “Brother” había crecido tanto, tanto que ya no pasaba por la escalera y, peor aún, no cabía en el coche familiar. Y era un problemón. Papá pensó que a lo mejor, si dejaban de quererle… Sí, la única solución era dejar de quererle. Pero, ¿cómo evitar querer a “Brother”?


Y un día, tuvieron que dejarle en casa. Y “Brother” se puso muy triste, muy triste porque pensó que le habían dejado de lado y ya no le querían más. Mientras tanto, la familia le echaba mucho de menos y le cantaba “Brother, Brooootheeer…”
Y de repente, ¡Oh albricias! La familia volvió a casa estrenando un nuevo y flamante coche rojo, tan espacioso, tan espacioso que “Brother” podía viajar de nuevo con la familia y ya no tuvieron que separarse nunca más.
Y “Brother” y su familia fueron felices, se quisieron mucho y comieron perdices. Bueno, todos no, porque “Brother” comía “Delicatessen de higadillos de pollo de corral” de su marca preferida de comida para gatos.
Y colorín colorado, , se ha acabado.

Por cierto… el nuevo y espacioso coche rojo era un Seat Altea XL.



Puedes enlazar el vídeo en esta dirección



 

1 comentarios:

F.J.MuCa. 3 de enero de 2010, 11:44  

He visto que los peluches del "Brother" se pueden comprar en los concesionarios, vi un escaparate lleno entre para llevarme uno pensando que los regalaban pero cuestan 15 € :(

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